viernes, 29 de mayo de 2015

Empatia
La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.
Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo.
Además, dado que los sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.

En una ocasión, contemplé una interesante muestra de empatía (y falta de ella) en un restaurante chino. Un hombre daba las gracias a la camarera por un pequeño obsequio que el restaurante había dejado un par de días antes en los buzones de las personas que vivían cerca. La camarera china no hablaba ni una palabra de español, de manera que preguntó varias veces al hombre, quien se esforzaba por hacerse entender. Cuando la camarera se marcha, la mujer que está sentada al lado del hombre le dice: "Creo que ha entendido que quieres que te traiga el regalo", a lo que el hombre respondió con cara de asombro: "¿En serio?" Al poco rato, llegaba la camarera con el obsequio.
La mujer supo leer el rostro de la camarera y saber lo que ella había entendido, lo que nos indica que, seguramente, se trataba de una persona con una elevada capacidad de empatía.

La empatía requiere, por tanto, prestar atención a la otra persona, aunque es un proceso que se realiza en su mayor parte de manera inconsciente Requiere también ser consciente de que los demás pueden sentir y pensar de modos similares a los nuestros, pero también diferentes. Tal vez a ti no te moleste un determinado comentario o broma, pero a otra persona sí puede molestarle. La persona empática es capaz de darse cuenta de que dicho comentario te ha molestado incluso aunque ella sienta de otra manera.
La empatía está relacionada con la compasion, porque es necesario cierto grado de empatía para poder sentir compasión por los demás. La empatía te permite sentir su dolor y su sufrimiento y, por tanto, llegar a compadecerte de alguien que sufre y desear prestarle tu ayuda.
En general, es fácil para la mayoría de las personas tener una respuesta empática ante un daño físico ocurrido a otra persona. Por ejemplo, todos sabemos lo que se siente ante un golpe en la espinilla, porque todos sentimos lo mismo y es fácil sentir el dolor la persona que vemos recibir el golpe. No obstante, para evitar el malestar que se siente, muchas personas reaccionan riéndose. De este modo, se libran del dolor, aunque también se alejan de una respuesta empática.
Cuando no se trata de dolor físico, sino emocional, puede ser más difícil saber lo que la otra persona está sintiendo y requiere un grado de atención y de conciencia de la otra persona más elevado.

Cómo ser más empático
Una persona puede aumentar su capacidad de empatía observando con más detalle a los demás mientras habla con ellos, prestándoles toda su atencion y observando todos los mensajes que esa persona transmite, esforzándose por ponerse en su lugar y "leer" lo que siente. Si mientras hablas alguien, estás más pendiente de tus propias palabras, de lo que dirás después, de lo que hay a tu alrededor o de ciertas preocupaciones que rondan tu mente, tu capacidad para "leer" a la otra persona no será muy alta.
Pero la empatía es mucho más que saber lo que el otro siente, sino que implica responder de una manera apropiada a la emoción que la otra persona está sintiendo. Es decir, si alguien te dice que acaba de romper con su pareja y tú sonríes y exclamas "¡Qué bien!", no estás dando una respuesta muy empática.

La falta de empatía
La falta de empatía puede verse a menudo al observar las reacciones de los demás. Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en satisfacer sus deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los demás puedan estar sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos. Es la madre o padre que responde con un "mmm" indiferente, cuando su hija pequeña le enseña con entusiasmo su último dibujo, sin percibir la decepción de la niña al ser ignorada. Es el marido que llega a casa cansado del trabajo y se sienta a ver la tele mientras espera que su esposa, que también llega cansada del trabajo, se ocupe de hacer la cena y de bañar a los niños. O es la persona que dice no importarle si hay calentamiento global o si estamos contaminando el ambiente porque considera que ya habrá muerto cuando todo eso sea un verdadero problema.

 Tal vez vivamos en una sociedad donde la gente es cada vez menos empática (según estudio de la Universidad de Michigan, los niveles de empatía de estudiantes universitarios cayeron un 40% entre el año 2000 y el 2010). No obstante, el único modo de hacer que el mundo sea cada vez más empático y no al revés, consiste en que cada persona se esfuerce por ser más empática, prestando más atención a los demás, a sus emociones, a lo que pueden estar sintiendo o pensando, o cómo les afecta lo que dices o haces.


Las diferentes clases de empatía que te ayudarán en las relaciones profesionales y personales

La empatía es esencial para crear conciencia social como una aptitud básica, es decir, cómo percibo el mundo de los demás y las sensaciones que tengo acerca de ellas. Cómo percibo lo que piensan y sienten los demás sin que me lo expresen con palabras, escuchando activamente lo que los demás me dicen, tratando de “meterme en su pellejo” y entendiendo sus motivos. No se trata de estar de acuerdo con lo que me dicen, ni de ser simpáticos o de mostrar alegría… hay que dejar ver que somos capaces de ponernos simplemente en el lugar del otro. Continuamente enviamos señales sobre nuestros sentimientos con la conducta no verbal que expresamos a través de los gestos, las miradas, el tono de voz, las expresiones faciales, etc. 

Hay tres clases de empatía:

  • La Empatía Cognitiva: Es la que se percibe cuando uno ve cómo son las cosas que ocurren y adopta la perspectiva del otro. Las personas con éste tipo de empatía las podemos encontrar en el ámbito organizacional o de la empresa. Un jefe que logra que sus trabajadores obtengan buenos resultados porque consigue explicar las cosas de una forma que le entiendan y eso hace que estén motivados. También ejecutivos con gran empatía cognitiva, tienen puestos en el extranjero porque captan las normas de otra cultura con mayor rapidez.

  • La Empatía Emocional: Es la base de la compenetración y de la química, es sentir a la otra persona, hacerle ver que nos hacemos cargo de su situación. Las personas que destacan en empatía emocional son buenos consejeros, maestros, profesores, tienen cargos de responsabilidad en la atención con el cliente y jefes de grupos que gracias a esa capacidad y tipo de empatía detectan las reacciones en los demás en el momento.
Empatía

  • La preocupación empática: Las personas con ésta empatía, sienten la preocupación, notan que los demás necesitan ésa ayuda y se la ofrecen incondicional y espontáneamente. Son aquellas personas que pertenecen a un grupo, una empresa o una comunidad, los que ayudan a los demás sin más y porque les agrada hacerlo cuando lo necesitan.
La empatía tiene como característica esencial la compasión, tenemos que darnos cuenta de qué le pasa a la otra persona, qué siente para que se despierte la compasión, que es ése amor incondicional hacia los demás, de no reproche y auténtico yo por ayudar a las personas y que hará que prevalezca durante toda la vida. Es posible desplegar estas capacidades empáticas y sólo es necesario que la vayamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, para así superar muchas de las dificultades a las que nos podemos enfrentar e ir aprendiendo día a día de ésa Inteligencia Emocional que todos deberíamos cultivar para ser felices con nosotros mismos y con los demás.
Pro y contra de la empatia
La empatía promueve acciones de ayuda desinteresada, inhibe la conducta agresiva, fomenta la cooperación con otros, mejora las actitudes hacia grupos estigmatizados.

Los inconvenientes de la empatía tienen que ver, por una parte, con el coste que supone para la persona que la siente y, por otra, con las consecuencias negativas que puede acarrear a otros:

- El simple hecho de sentir empatía hacia alguien que está sufriendo ya es de por sí doloroso, por lo que muchas veces las personas acaban evitando situaciones que puedan despertar su empatía o insensivilizándose hacia el sufrimiento de los demás. Esto ocurre con algunos profesionales que llevan mucho tiempo trabajando con personas enfermas o dependientes, en los que se produce un fenómeno que se conoce como burneot  ("estar quemado"). Estas personas dejan de sentir para poder seguir ofreciendo su ayuda a quien lo necesita.

- En ocasiones mostrar empatía hacia otra persona puede ser perjudicial para esta. Esto ocurre cuando la empatía, asociada a la compasión, nos lleva a ayudar a alguien que no quiere ser ayudado o que quiere valerse por sí mismo. Aunque nuestra intención sea buena, nuestra conducta de ayuda puede suponer una amenaza para su autoestima y podemos estar humillando o desmotivando a esa persona, que cree que no puede hacer las cosas por sí solo. Hay que estar seguros de que esa persona quiere nuestra ayuda antes de ofrecerla.

- También la empatía puede tener un aspecto "maquiavélico", cuando utilizamos esa empatía para manipular o aprovecharnos de otra persona, pues sabemos como se va a sentir y la utilizamos en su contra o para nuestro beneficio.

-  Por otra parte, cuando se induce empatía hacia uno de los miembros de un grupo, ese individuo recibe más recursos o favoritismos sin tener en cuenta el bien común, como por ejemplo cuando un jefe no despide a un empleado ineficaz por lástima, perjudicando a sus compañeros, que deben hacer el trabajo por él, o a los clientes o a la misma empresa.

Como podemos observar hasta lo que creemos bueno puede resultar malo. Ni los lobos son tan malos ni los corderos son tan buenos.
http://conocimientostraseldivan.blogspot.com/2012/09/el-lado-oscuro-de-la-empatia.html
Simpatia
La simpatía, por lo tanto, es aquella inclinación afectiva que existe entre dos o más personas. Por ejemplo: “Existe una gran simpatía entre ella y yo”, “Marcos y Abel no se tienen simpatía”.
Por lo general, la simpatía es mutua y nace de manera espontánea. Sin embargo, es posible que, con el correr del tiempo, el hecho de conocer más a otra persona haga nacer una simpatía que, en principio, no existía.
Más allá de que el término se utiliza en las relaciones interpersonales, la simpatía también permite hacer referencia a la inclinación análoga hacia animales u objetos. Para la fisica, la simpatía es la relación entre dos cuerpos o sistemas por medio de la cual la acción de uno induce al mismo comportamiento en el otro.
Por otra parte, la simpatía forma parte de la personalidad de una persona. Se trata de algo propio de su modo de ser y de su carácter, que convierte a dicho sujeto en alguien agradable para los demás: “Alfredo me conquistó con su simpatía”, “Gracias a su simpatía, el candidato logró seducir a los vecinos y quedó bien posicionado de cara a las elecciones”.

En psicologia, el concepto se entiende como un mecanismo de influencia y se encuentra relacionado con la parte afectiva que moviliza la actitud de un individuo. Cuando éste se encuentra en una situación agradable, en la que se siente cómodo, experimenta un estado afectivo positivo lo cual lo ayuda a mantener buenas relaciones con su entorno.
Según los especialistas, para conseguir que una persona se presente positiva y agradable, es necesario brindarle una situación cómoda valiéndose de los recursos que existen en el ambiente. Es posible que teniendo en cuenta una serie de elementos, aún si esa persona se encontraba en una situación de estrés o negatividad, al experimentar un cambio en su entorno puede modificar rotundamente su actitud. Por ejemplo, invitar a alguien a una comida para conseguir llegar a él es una buena técnica pues, después de ésta, aumentará la simpatía del individuo y será posible entablar una relación amistosa.
Como ésta existen cientos de estrategias para conseguir conquistar a un individuo; de hecho, de ellas se valen quienes dirigen las sectas para conseguir adeptos.




Diferencias entre simpatia y empatia
Estos dos conceptos suelen confundirse y, aunque en algún sentido se encuentran emparentados, no son exactamente lo mismo. La diferencia se encuentra en que la simpatía consiste en la capacidad de percibir una situación de una manera similar a otra persona, mientras que la empatia refiere a la capacidad de sentir lo mismo que la otra persona, es decir de ponerse en su lugar.
La segunda es una identificación mental con el estado de ánimo del otro y recibe diversos nombres como inteligencia interpersonal y emocional; lo que, según diversos especialistas, consiste en una de las habilidades más complejas de los seres vivos, la cual es aprendida a través de la educación, no se nace con ella. En este punto se diferencian rotundamente ya que, al simpatía, surge espontáneamente y no debe ser aprendida.

Para entender mejor estas diferencias tomemos un ejemplo:
Simpatía: Conoces a una persona y te cae bien, te sientes cercano a ella afectivamente aun si no comprendes del todo su forma de sentir o pensar. 

Empatía: Conoces a una persona y te acercas a ella a tal punto que consigues ponerte en su lugar, independientemente de si compartes o no su forma de ver las cosas.

Mas informacion: http://definicion.de/simpatia/

VIDEO DE EMPATIA Y SIMPATIA


 



Empatia